Una nube de gas lacrimógeno rodea a policías que intentan disipar a manifestantes que protestan por la destitución de Pedro Castillo en la plaza San Martín, en Lima. Foto: AP.

Miles desafiaron ayer en las calles de Lima y otros puntos de Perú el estado de excepción impuesto para frenar las protestas en demanda de la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso, en una jornada en la que siete personas murieron y más de cinco decenas resultaron heridas durante enfrentamientos en la sureña provincia de Ayacucho, donde el ejército lanzó desde helicópteros bombas lacrimógenas contra los manifestantes.

Al no contener las crecientes manifestaciones, que ya dejaron 16 fallecidos y más de 200 detenidos, luego de que el presidente Pedro Castillo fue destituido por el Congreso, el nuevo gobierno decretó el toque de queda en 15 provincias.

Además, la justicia dispuso prisión preventiva por 18 meses al derrocado ex mandatario, para que fuera investigado por la Fiscalía Nacional por el presunto delito de rebelión, conspiración, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública tras su fallido intento de cerrar el Legislativo y establecer un gobierno de excepción del pasado día 7.

La presión se mantuvo en las calles y con bloqueos en más un centenar de carreteras en al menos 13 de los 24 departamentos del país. En el sur se mantienen cerrados cinco aeropuertos de las provincias de Andahuaylas, Arequipa, Puno, Cuzco y Ayacucho.

El gobierno aseguró antier que las protestas son organizadas y dirigidas por “profesionales”, y “extremistas” vinculados a los grupos “terroristas” y/o insurgentes Sendero Luminoso y Túpac Amaru, pero ayer el jefe de la Policía Regional de Ayacucho, Antero Mejía, acusó que “vándalos” llegaron con armas de fuego hasta los exteriores de la terminal aérea local, y dispararon contra los agentes del orden.

La Defensoría del Pueblo exigió a las fuerzas armadas “el cese inmediato del uso de armas de fuego y de bombas lacrimógenas lanzadas desde helicópteros” tras los enfrentamientos en el aeropuerto en Ayacucho.

Por lo pronto, el Ejecutivo regional de Ayacucho responsabilizó a Boluarte y a los ministros del Interior, César Cervantes, y de Defensa, Luis Alberto Otárola, por la violencia, y cifró en siete fallecidos y 52 heridos el saldo de los choques entre manifestantes y elementos de seguridad en el aeropuerto Alfredo Mendívil Duarte, reportó la cadena RPP. Miles recorrieron las calles aledañas al Congreso, en Lima, lo que derivó en enfrentamientos con la policía. La movilización en la capital se enmarcó en la “jornada de lucha”, convocada por la Confederación General de Trabajadores de Perú, uno de los mayores sindicatos del país.

El gobierno decretó toque de queda durante cinco días en 15 provincias de los departamentos Arequipa, La Libertad, Ica, Apurímac, Cusco, Puno, Huancavelica y Ayacucho como parte del estado de emergencia a nivel nacional a causa de las masivas protestas sociales.

La medida empieza a las 18, 19 o 20 de horas, dependiendo el lugar, y se extiende hasta las 4 horas del siguiente día.

El tren a la turística de Machu Picchu se mantiene suspendido y hay centenares de turistas varados. Cerca de 2 mil camiones de carga bolivianos están bloqueados en las frontera entre ambas naciones.

El presidente del Congreso, José Williams, informó que hoy se continuará con el debate para el análisis sobre adelantar las elecciones generales para 2023, además de la reducción de los mandatos presidencial y parlamentario.

(Con información de La Jornada)