Según datos de la OMS, más del 80% de la población adolescente mundial no realiza suficiente actividad física. Foto: Noticias ONU.

En su informe sobre la situación global de la actividad física 2022, la Organización Mundial de la Salud advierte que es lento el avance de los Gobiernos en implementar políticas para aumentar la actividad física de la ciudadanía, un retraso que puede perjudicar la salud de cientos de millones de personas y, a la vez, generar elevados costos económicos.

De acuerdo con el informe, entre 2020 y 2030, casi 500 millones de personas desarrollarán enfermedades cardíacas, obesidad, diabetes u otras enfermedades crónicas atribuibles a la inactividad física, con un costo de 27 000 millones de dólares anuales, si los Gobiernos no toman medidas urgentes para fomentar una mayor actividad física entre sus poblaciones.

En su informe sobre la situación global de la actividad física 2022, la Organización mide hasta qué punto los gobiernos están implementando las recomendaciones para aumentar la actividad física en todas las edades y capacidades.

Los datos de 194 países muestran que, en general, el progreso es lento y que los países deben acelerar el desarrollo y la implementación de políticas para aumentar los niveles de actividad física y, por lo tanto, prevenir enfermedades y reducir la carga en los sistemas de atención médica, que ya están sobrecargados.

El informe, hecho público este miércoles, señala que menos del 50% de los países cuentan con una política nacional de actividad física, de las cuales menos del 40% están operativas, y solo el 30% de las naciones tienen pautas nacionales de actividad física para todos los grupos de edad.

Además, aunque casi todos los países reportan un sistema para monitorear la actividad física en adultos, solo el 75% monitorean la actividad física entre los adolescentes, y menos del 30% controlan la actividad física en niños menores de cinco años.

En cuanto a políticas para fomentar el transporte activo y sostenible, solo un poco más del 40% de los países tienen estándares de diseño de carreteras que hacen que caminar y andar en bicicleta sea más seguro.

Un hallazgo crítico del informe es la existencia de brechas significativas en los datos globales para rastrear el avance de las políticas como la oferta de espacios públicos exteriores, la de infraestructuras para caminar y montar en bicicleta, o la de programas de deporte y educación física en escuelas.

“Nos faltan indicadores homologado a nivel mundial que midan el acceso a los parques, los carriles de bicicletas y las vías peatonales, aunque sabemos que existen datos en algunos países. En consecuencia, no podemos informar ni rastrear la oferta global de infraestructuras que facilitarán el aumento de la actividad física”, dijo la jefa de la Unidad de Actividad Física de la OMS.

“Necesitamos que más países amplíen la implementación de políticas para ayudar a las personas a ser más activas a través de caminatas, ciclismo y otros deportes y actividades físicas”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, al presentar el informe este miércoles.

Añadió que los beneficios “son enormes, no solo para la salud física y mental de las personas, sino también para las sociedades y la economía".

Sobre ese punto, en el informe sobre la situación global de la actividad física 2022 se advierte que la carga económica de la inactividad física es significativa y el costo del tratamiento de nuevos casos de enfermedades crónicas alcanzará casi los 300 000 millones de dólares para 2030, alrededor de 27 000 millones anuales hasta entonces.

Si bien las políticas nacionales para abordar las enfermedades crónicas y la inactividad física han aumentado en los últimos años, actualmente el 28% de las medidas no están financiadas ni implementadas, según el documento de la OMS.

La agencia sanitaria de la ONU señala, además, que solo poco más del 50% de los países realizaron una campaña de comunicación nacional u organizaron eventos de actividad física de participación masiva en los últimos dos años.

Añade que la pandemia de COVID-19 no solo ha paralizado esas iniciativas, sino que afectó la implementación de otras políticas que han ampliado las desigualdades en el acceso y las oportunidades para participar en la actividad física para muchas comunidades.

El informe invita a los países a priorizar la actividad física como clave para mejorar la salud y abordar las enfermedades crónicas, integrar la actividad física en todas las políticas relevantes y desarrollar herramientas, orientación y capacitación para mejorar la implementación.

“Es bueno para la salud pública y tiene sentido desde el punto de vista económico promover más actividad física para todos”, dijo Ruediger Krech, director del Departamento de Salud de la OMS.

(Con información de Noticias ONU)