Un crédito de 100 millones de pesos les permitirá reducir el margen entre las ventas y el reembolso de los guajiros. Foto: Alejandro García Sánchez/Invasor

La larguísima cadena que le cuelga a Acopio podría argollar mejor el surco a la mesa, aun cuando los rendimientos en el campo vayan cuesta abajo y la demanda de alimentos, cuesta arriba. El cómo, también se explica desde una cadena, cuyo último eslabón (o primero) se ajustó la semana pasada: “se concilió una deuda de 63 millones de pesos y el pago ya está fluyendo, llegaron los primeros siete millones, y antes del 30 de septiembre debe llegarnos al total”.

El nuevo director de Acopio en Ciego de Ávila, con menos de un mes en el cargo, ya tiene una buena noticia que dar. Y Ariel Nieves Concepción, antes comercial de la entidad, sabe de lo que habla. Si el dinero corre, las producciones también.

Ariel Nieves, director de Acopio, a menos de 24 horas de una buena noticia. El dinero comenzaba a circular por las cuentas de la empresa. Antes, un crédito del banco les había permitido honrar sus compromisos con los campesinos avileños, a falta de que otras provincias cumplieran los suyos.

Los incumplimientos “externos” los obligaban a cerrar enero con más de 130 millones de pesos por cobrar y los efectos se traducían en unos 107 millones por pagar.

Pero hace una semana, seis provincias, seis empresas, se sentaron frente al vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca, y los imperativos, al parecer, dieron resultados.

Ya antes Invasor destejía la punta de la soga

En paralelo, un crédito de 100 millones de pesos les permitirá reducir el margen entre las ventas y el reembolso de los guajiros. “Estaremos en condiciones de pagar semanalmente”, confiesa, al tiempo que describe una de las alternativas adoptadas para acelerar la comercialización.

Se creó un colectivo laboral en la Empresa Agropecuaria La Cuba, encargado de la comercialización y, sin el impuesto que por decreto cobraba la empresa provincial, lleva sus producciones a otros municipios. Con un camino más corto y más barato, los alimentos han comenzado a moverse, dice, a pesar de que estos no son meses de grandes volúmenes, a diferencia de lo que tradicionalmente se experimenta de mayo a agosto.

El nuevo director de Acopio en Ciego de Ávila, con menos de un mes en el cargo, ya tiene una buena noticia que dar. Foto: Alejandro García Sánchez/Invasor

Sin embargo, Ariel también reconoce que el trasiego de Acopio ha aumentado por dos causas, relacionadas entre sí. Han tenido asegurado el 98 por ciento del combustible en tarjeta (amén de que el diésel en físico no siempre se comporte así), mientras que para los productores la realidad ha sido más compleja.

“Muchos han optado por comercializar a través de nosotros. No obstante, que se liberaran los precios de productos centralizados, también ha dinamizado la gestión de Acopio”, afirma al secundarlo con un dato que en el actual contexto se ha convertido casi en mérito. “Somos una empresa que no tiene pérdidas”.

Hacia el interior de los 107 mercados (más 28 arrendados), ello se traduce en menos mermas y administradores más implicados en su gestión, a partir de la relación directa con sus salarios. En términos globales un número lo refuerza: al cierre de agosto habían vendido 256 millones de pesos y la cifra excedía en 10 millones, igual período del año anterior.

Ariel Nieves asegura que se trata de mayor cantidad de productos; amén de que las pérdidas de la papa impidieron que se ofertaran unas 4000 toneladas (t) en la provincia. Foto: Alejandro García Sánchez/Invasor

Las cuentas sí pudieron ser traducidas con exactitud en el 2020

—¿Han vendido más caro o, sencillamente, han vendido más?

Incluso sin los datos 2021-2022 delante, Ariel Nieves asegura que se trata de mayor cantidad de productos; amén de que las pérdidas de la papa impidieron que se ofertaran unas 4000 toneladas (t) en la provincia. “Pero al moverse los precios del arroz, por ejemplo, hemos logrado vender mucho. Lo hemos tenido a 30.00, 35.00, 36.00, 40.00, 42.00 pesos.

“Igual ha subido el total de plátano vianda y fruta; pasamos de tener 20 t, como promedio, en enero, a tener meses de 400, por lo cual se ha mantenido el envío a otras provincias y hemos sumado la yuca, con presencia también en los mercados nuestros”.

En total, según Ariel Nieves, la Empresa de Acopio —en dependencia de la época del año (y de las cosechas)— comercializa cada mes entre 2500 y 4000 t. Sin que eso se traduzca necesariamente en demanda satisfecha, periodicidad en las placitas o variedad y precios asequibles, tal volumen podría aumentarse ahora, si por los cauces de la entidad corre la prontitud en sus pagos y la agilidad en el trasiego.

Dentro de un mes podríamos recorrer los mercados para comprobarlo o rebatirlo. Acopio podría desencadenar sus ventas.

(Tomado de Periódico Invasor)