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Foto: Tomada del Facebook del autor
Vecinos del popular barrio de Fraternidad, iniciada la tarde de este jueves, se agruparon en la esquina de Fernando y Morris para protestar por el apagón que tenemos en la zona desde el lunes en la tarde, allí, en Mantilla, que es mi barrio, y toda La Habana y el occidente, donde Pinar del Río sufre la mayor carga del desastre.
Dirigentes del Partido y el Gobierno municipal, junto a oficiales de la PNR, explicaban a todos, con comprensión y delicadeza; argumentaban una y otra vez.
Pero como cada quien sabe su propio drama, la gente de Fraternidad que se concentró en la esquina, un grupo relativamente pequeño pero representativo, explicaba la situación de cada cual en su casa, sobre la falta de agua y la pérdida de lo poco o mucho que cada uno tenía en el refrigerador.
Abel, Edel y Abdel, tres mulatos jóvenes y bien plantados, estuvieron entre quienes más apasionadamente plantearon el sentir de quienes allí estaban. Lo hicieron de forma elocuente, respetuosa y sensibilizados con la situación, pero firmes en el problema específico de cada quien.
Hablaron largo con Eugenio, el primer secretario del Partido en Arroyo Naranjo y presidente del Comité de Defensa Municipal, quien les argumentó sobre todo lo que pasaba y el enorme esfuerzo que se estaba haciendo en el municipio, la provincia y la nación.
El intercambio se cerró cuando Abdel, poniendo su mirada en un enorme basurero donde se fueron acumulando árboles, ramas y otros escombros, dijo, “bueno, ahora lo que hace falta es que manden camiones para recoger esa basura”.
Eugenio le respondió que ya venían, pero que había que recogerla entre todos. “Que vengan”, le respondió Abdel. “No, y yo la voy a recoger contigo y los demás; aunque yo sería más útil estando organizando y dirigiendo los trabajos de recuperación, me voy a quedar a hacerlo”, ripostó el presidente del Comité de Defensa Municipal.
Y así se zanjó el debate entre Abel, Edel, Abdel y Eugenio, el primer secretario del Partido en Arroyo Naranjo.
Cuando llegó el camión, yo también me sumé. Entre cinco, llenamos el primer transporte que parqueó.
Foto: Tomada del Facebook del autor
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(Tomado del Facebook del autor)