Miguel Canellas, director del teatro Tomás Terry, en Cienfuegos. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

En el teatro lo llaman Canellas, por el apellido, o quizás porque nombrarlo así indica respeto y admiración. En la casa, o los amigos más cercanos, lo deben llamar Miguel. Casi siempre está en el Terry, un lugar del que conoce cada rincón. Comenzó a dirigir el teatro por un periodo de dos años, pero se fue “enredando” y hoy sigue allí. Han pasado 26 años desde entonces.

Dice que en sus inicios encontró un teatro destruido, que dirigió el centro durante todo el periodo especial, que no había tomacorrientes, ni llavines, ni funcionaba la instalación hidráulica, que los camerinos eran almacenes. Cuando Miguel Canellas se vio por primera vez liderando el teatro “Tomás Terry” en 1996 no existía ni programación, la platea tenía solo 87 butacas y el resto eran sillas de escuelas.

“Desarrollamos un método que fue el primero que se hizo en Cuba, parecido a lo que es hoy los proyectos de desarrollo local. Empezamos a usar los ingresos al teatro por el turismo en una cuenta en divisa del Ministerio de Cultura y con eso empezamos a recuperar el teatro”.

Las luces y los cables eran de plomo y tela. Había un solo extintor, lo que era motivo para que siempre algún amigo jodedor llamara a Canellas y le dijera que había un incendio en el teatro: “Yo salía corriendo para acá. Era mentira, lo hacían para mortificarme. Siempre hemos vivido con ese susto. Eso fue lo primero que resolvimos. Además, también pedimos colaboración y mucha gente nos dio donaciones”.

Teatro Tomás Terry, Cienfuegos. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Entre 1998 y 2008, Canellas junto a su equipo de trabajo le devolvieron al Terry lo que necesitaba para hacerlo funcional: camerinos, agua, luces, pisos. “Ahí levantando y levantando, seguimos haciendo inversiones, reparando, comprando cosas para el teatro”. En 2008 el teatro “Tomás Terry” recibió el Premio Nacional de Conservación.

Diez años más tarde, cuenta Canellas, cerró el teatro por inversión y desde entonces se detuvieron las actividades en la sala principal:

“En este tiempo trabajamos en la tecnología, la importación del equipo de audio y sonido que no estaba en el país y fue muy difícil su adquisición. Así que en estos momentos se concluye la inversión que inició en 2018 y el teatro estará listo para el 26 de julio”.

Principales cambios de 2018 a ahora…

“Se restauró toda la maquinaria teatral y el sistema de tramoya. Se cambió también el escenario y su madera. Se hizo el salón de historia, recuperamos la sala Ateneo del segundo piso con 200 capacidades para actividades multiusos. Ahora estamos terminando aquellas cosas que se hicieron hace cuatro años y se deterioraron, como la pintura exterior e interior, algunas puertas, llavines.

“En agosto el teatro ya desarrollará una programación habitual como siempre ha tenido en el último cuarto de siglo. El 26 de julio será la gala artística y dejaremos el teatro en todo su esplendor”. Este mismo mes, Miguel Canellas cumple 26 años frente al Terry.

Teatro Tomás Terry, Cienfuegos. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

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