Alaín Otero entrenando en su casa. Foto: Angélica Arce Montero /Cubadebate.

Alain Otero tiene 17 años y ya se ha ganado un puesto en el panorama ajedrecístico cubano. El título en el nacional juvenil y el segundo lugar en la categoría sub-17 del mundial de ajedrez por edades, en Panamá en junio pasado, confirman que está listo para empeños mayores.

Nacido en el municipio de Centro Habana el 3 de febrero de 2005, Otero vive para el ajedrez. Pasa prácticamente todo el día haciendo diagramas (para evitar errores), cálculos (para mantener la mente en forma) y ejercicios de estrategia y táctica y estudio de partidas (para elevar el nivel).

En esa dinámica pierde a veces la noción del tiempo y es entonces que su mamá Xiomara debe recordarle que hay que alimentarse para rendir en el juego.

Es un joven sencillo, le gusta ver anime y muñequitos manga en sus tiempos libres, además de estar con la familia y su novia Hany Garcés, quien tiene 14 años y también sigue el ajedrez.

Siempre anda en aprietos, le pasan cosas que a nadie le ocurren. Cuenta esto y se ríe, porque lleva 17 años “tratando de pronunciar correctamente la r”, pero no lo consigue. “Es un enroque pendiente”, dice y vuelve a sonreír.

“A pesar de ello, me hago entender”, comenta en confianza desde la intimidad de la sala de su casa.

“Si ves lo que pasé para asistir al nacional juvenil… Cuando vine de Panamá, después del mundial por edades, todo fue corriendo aquí en La Habana para llegar a tiempo al torneo en Santa Clara. Hice las maletas sin descanso previo y salí para la terminal. Cuando llegué, los pasajes me los habían sacado mal, para las tres de la mañana del día anterior.

“Por suerte, el metodólogo nacional, Wifredo Toledo, estaba casualmente en la terminal con Ineymis Hernández, que andaba haciendo trámites para ir a España. Gracias a que me ayudaron en la lista de espera, pude viajar.

“Conseguí un pasaje para las siete de la noche, pero la guagua se rompió y demoró en salir. Llegué a Santa Clara sobre las tres y media de la mañana. A las ocho y media tuve doble ronda. Al final todo salió bien y me salvé de esa con un resultado histórico para mí”.

Alain en el Nacional Juvenil. Foto: Cortesía del entrevistado.

Ajedrez entre hermanos

De sus inicios en el deporte cuenta que “era el año 2010 y mi hermano practicaba karate. Él tenía 10 años, yo, cinco. En su escuela empezó un curso de captación de ajedrez y le gustó tanto que dejó el kárate. Fue como una motivación que mi hermano mayor practicara ese deporte. Me incitó a seguir sus pasos, entrenábamos juntos”.

Alain aprendió a jugar viendo a su hermano, nadie le enseñó y a muy corta edad ya daba simultáneas. “Actualmente, mi hermano no es ajedrecista, pero continúo su ejemplo”.

Agrega que el ajedrez le valió a su hermano para estudiar la carrera de Informática en la UCI. “Nuestra familia vive el orgullo que próximamente asista al mundial por equipos de informática”.

En aquellos primeros años estuvo en el ISLA (Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez). “Allí recibí muchísimo apoyo de parte de Eumelia León, ya fallecida. Fueron mis primeros avances, porque pude medirme y jugar con ajedrecistas de mayor nivel y experiencia”.

Luego entrenó en la Academia de Ajedrez Arencibia, del Gran Maestro y excampéon mundial juvenil Walter Arencibia. Su entrenador principal fue Luis Agüero. “Con él también di pasos gigantes”, asegura.

Alain de pequeño. Foto: Cortesía del entrevistado.

No obstante, en los primeros años de la categoría escolar no obtuvo resultados sobresalientes.  “Solo clasifiqué para los Juegos Escolares Nacionales, como pioneril. Finalmente, no pude jugar. Nos expulsaron por no habernos quedado en la EIDE de Villa Clara, que acogía el certamen.

“En 2019 fue el inicio de un entrenamiento más intensivo”, continúa recordando Alain.  “Ese año empecé a prepararme con mi actual entrenador, Eduardo Méndez. Ha sido mi principal avance, ya que me dediqué de lleno al ajedrez, pero llegó la pandemia.

“Cogí dos veces covid, pero eso no fue impedimento para emplear la mayoría de mi tiempo en el ajedrez, que es a lo que me quiero dedicar.

“La cuarentena me ayudó mucho, porque había más tiempo libre para entrenar. Ya no tenía encima la presión de la escuela, entre otras que puede generar la vida cotidiana”.

También, en medio de la pandemia, Otero se hizo más fuerte al enfrentar el fallecimiento de su padre. “Fue algo que sorprendió a toda la familia. Éramos muy unidos y mi papá siempre estuvo pendiente de mi ajedrez, de sus hijos.

“Debutó con un cáncer fulminante y pasó lo peor. Para salir un poco de ese estrés, me refugié en el ajedrez. Entraba a la plataforma Lichess y me distraía en partidas online.

“Eso fue en junio de 2021. Cuando llegó el mundial de Panamá, estaba por cumplirse un año desde el fallecimiento. Fue cuando más fuerte tuve que portarme. El resultado también se lo debo a él”.

Con relación a las preparaciones para el nacional juvenil y el mundial sub-17 en Panamá, afirma que “me esforcé muchísimo, ya que eran jugadores de calidad, todos con un nivel superior a su Elo. Esto es algo engañoso. Uno puede pensar que alguien tiene una puntuación un poco baja y, por tanto, debería tener menos experiencia, pero realmente muestra un nivel superior.

“Para que tengas una idea, en el campeonato mundial, los jugadores de 1 700 fácilmente vencían a los de mayor Elo, de 2 200, por ejemplo”.

Alaín en el mundial de Panamá. Foto: Cortesía del autor.

En el mundial de Panamá, Alain logró 6.5 puntos de nueve posibles. Luego acumuló siete en el nacional juvenil. “Antes de empezar los torneos, mi Elo estaba en 2 238 y después de los dos llegué a 2 266. Perdí 30 puntos en Panamá y subí 60 en el nacional juvenil. Como ya superé la barrera de 2 250, mi título es de Maestro Nacional”.

Respecto a las ventajas de practicar este deporte, el ajedrecista de Centro Habana comenta que “tiene muchísimas, como la capacidad de concentración, de cálculo y de autoestudio. Es muy difícil para los jóvenes pasar ocho o 10 horas estudiando algo. El ajedrez te motiva y te ayuda en ese sentido”.

Como todo trebejista que comienza, tiene referentes que lo impulsan a ser mejor cada día. “Dentro de Cuba sigo las partidas de Yerisbel Miranda, de Yasser Quesada y Carlos Albornoz. En el extranjero soy fanático de Viswanathan Anand y Fabiano Caruana, en el masculino, y Laura Unuk y Hou Yifan, en el femenino”.

Siendo niño, admiró a Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón. “Es imposible no haberlos seguido alguna vez siendo cubano, ya que son las principales figuras que ha tenido nuestro país en los últimos años. Me parece increíble su esfuerzo, pues obtuvieron el título de GM a muy corta edad. Eso muestra sus estudios y esfuerzo constante”.

Entre sus compañeros de ajedrez destaca a Carlos Julio Martínez y Cristian Portal Ramos. “Este último me acompañó en el nacional juvenil y el mundial de Panamá. Ellos han estado presentes en toda mi carrera y hemos hecho una amistad grande”.

Como quedó primero en el nacional juvenil, obtuvo directamente la plaza en la final nacional absoluta. Para él, “ese torneo es un reto muy grande, pues están los jugadores más experimentados del país.

“Además, tengo los eventos René Portela y el Giraldilla en los meses de julio y agosto. Espero que me vaya bien y poder subir mi Elo”.

De los contrarios de su edad considera que “hay que respetarlos a todos, pero los más experimentados y los que más hacen notar su presencia son Kebert Solares, de Ciego de Ávila; Máximo Cabrera, de Santa Clara; Leduard González, de Camagüey, y Daniel Hidalgo, de La Habana”.

En su opinión, en Cuba “ha decaído un poco la práctica del ajedrez últimamente. Me gustaría que se expanda y sea un juego más masivo”.

Alain cursa el onceno grado en la escuela Raúl Podio, perteneciente a la EIDE Mártires de Barbados. Diariamente se levanta a las cinco de la mañana para llegar en tiempo al centro docente, que está en La Lisa.

“Mi meta principal este año es superar la barrera de los 2 400 Elo y obtener el título más alto posible. Me veo en el futuro haciendo equipo olímpico con Cuba y estudiando la licenciatura en Cultura Física”.

De no ser ajedrecista, sería médico. “Desde pequeño me gustó la medicina, pero realmente el ajedrez le ganó”.

Eduardo Méndez, entrenador. Foto: Angélica Arce Montero/Cubadebate.

Eduardo Jesús Méndez, entrenador: “Un estilo versátil”

Hasta los 12 años, Alain fue entrenado por Armando González Coro.

Su actual preparador, Eduardo Jesús Méndez, comenta que Coro “hizo un gran trabajo. Sentó las bases, la estrategia. Así, cuando Alain comenzó conmigo, pude trabajar con más intensidad. Empecé a levantarle el nivel ajedrecístico para alcanzar resultados en el menor tiempo posible.

“Poco a poco se fueron logrando y pudimos insertarlo en el panorama ajedrecístico. Esto fue también gracias al apoyo de la Comisión Provincial de La Habana, que siempre ha insertado a los jóvenes en torneos importantes, por encima de su nivel. Debo reconocer que hoy, en la capital, se está haciendo un esfuerzo grande por sacar adelante el ajedrez.

“La Comisión Nacional también da seguimiento a los muchachos jóvenes, dándoles participación en competencias y permitiéndoles asistir a varias clases de la FIDE”.

En plena pandemia, ¿cómo aprovecharon el tiempo en función del ajedrez?

–El año previo a la pandemia, Alain ganó el provincial juvenil. Hizo siete puntos de nueve posibles. Y luego vino la covid. El ajedrez fue uno de los deportes que aprendió a aplicar nuevas maneras, pues es una disciplina atípica. Mientras otros deportistas no podían entrenar en un lugar, nosotros sencillamente lo hacíamos en un cuarto.

“Entonces, dimos mejor uso a los celulares, aparecieron los torneos en línea… Muchas cosas que nos ayudaron.

“Estos eventos en línea aportaron, porque te enfrentabas a los mejores jugadores del mundo. Antes, jugar con un maestro de alto nivel costaba trabajo, pero en los online los veías y te medías con ellos.

“Además, fue muy importante el estudio diario. Alain empezó a tener más confianza y llegaron los resultados. Clasificó para la final y llegó al mundial escolar. Ahí quedó segundo, y había jugadores con fuerza. En algunos países, a veces los ajedrecistas juegan muchas partidas, pero no se reporta Elo. Y cuando te los encuentras, vienen con 1 500, pero tienen una fuerza grande.

Alain obtuvo el título en el Nacional Juveni. Foto: Cortesía del entrevistado.

“Alain llegó de Panamá y prácticamente no pudo descansar. Solo se cambió de ropa en su casa. Se fue prácticamente de madrugada y jugó en Santa Clara doble ronda. Con ello, demostró una excelente preparación física y mental para asimilar el reto de dos torneos a la vez, y consecutivos.

“El ascenso ha sido muy grande. Tenemos que agradecer a todos los torneos que se hacen por esfuerzo propio. La Habana es una capital que se puede topar con jugadores de nivel y, a veces, con Grandes Maestros.

“Por ejemplo, la Liga del Diamante es un certamen que se celebra todos los lunes en Alamar. El dueño del local es el padre de un muchacho y pone ese día todo en función del ajedrez. Por ahí han pasado figuras como Dylan Isidro Berdayes, que quedó subcampeón en el último Capablanca. Actualmente, es Maestro Internacional, con dos normas de Gran Maestro.

¿Qué otros factores incidieron en el ascenso de Alain?

–Solamente tener la posibilidad de topar con Yerisbel Miranda, una jugadora del equipo olímpico, a la cual apreciamos mucho, porque es muy humilde y entregada, fue una garantía y nos dio confianza. A lo mejor, si no hubiese sido en línea no lo hubiésemos podido hacer.

“Y eso da el certamen online. Aunque sea blitz, te enfrentas a un Morozevich, haces las líneas, participan todos los Grandes Maestros, algo que es muy difícil alcanzar normalmente. Alain jugó hasta con Magnus Carlsen. Eso es parte de la estrategia de la comisión y te hace relacionarte más”.

Alain cuando obtuvo el subtítulo en Panamá. Foto: Cortesía del autor.

¿Cuál sería el estilo de Alain?

–Podemos caracterizarlo como posicional activo. No es un Mijaíl Tal, a quien le gusta estar al ataque desde la primera jugada. Suele ir de menos a más, con una posición activa, pero no al extremo.

“Aunque sí juega líneas a veces agresivas y las domina muy bien. Pudiéramos decir que es versátil, porque se desenvuelve lo mismo en una inglesa que, de pronto, en un peón-rey. Es un estilo posicional activo, aunque se ha ampliado con los años.

“Es bueno moverse en determinadas aguas, porque en algún momento de su carrera necesitará obtener un punto contra un rival que sea malo en una posición o en otra. En esas circunstancias hay que romper clichés, esquemas para ganar.

“Ojo, a medida que te vas haciendo conocido te pondrán enfrente a los mejores y los jugadores se prepararán el doble para enfrentarte, como pasa en el béisbol. Hay que ser muy versátil para eludir esas preparaciones”.

¿Qué tiene pensado en la preparación para los torneos cercanos?

–Hablamos de una semifinal nacional, que es la antesala del campeonato cubano de mayores, donde están las principales figuras. Los ocho primeros cubanos estarían sembrados para la fase final y él estaría en la semifinal. Clasificarían cuatro. Es un torneo de tremendísimo nivel, donde hay varios Grandes Maestros.

“Hay que prepararse desde ya, tomando en cuenta a todos los jugadores que participarán y le llevan años de experiencia. Necesita una preparación muy fuerte en las líneas, definir bien cómo va a jugar”.

Alain Otero posee un estilo versátil en el ajedrez. Foto: Angélica Arce Montero/Cubadebate.

¿Cómo avizora su futuro en el ajedrez?

–Le veo esforzándose mucho, porque este deporte lleva horas de sacrificios para cumplir metas. Le queda un año más como juvenil. Buscaremos repetir la actuación de 2022. La Habana está muy contenta, porque se logró el segundo lugar por provincias. La última vez que habíamos tenido un puesto meritorio fue el tercero, en 2018, cuando su hermano estuvo en el equipo”.

Una apertura con Yaniela Forgas

Si Alain Otero resalta entre las nuevas figuras del ajedrez cubano, Yaniela Forgas lo hace entre las establecidas, en un año en que consiguió ser la campeona nacional y obtuvo su última norma de Gran Maestra, aunque para tener el título falta la oficialización de la FIDE.

Yaniela, quien está en estos momentos al otro lado del mundo, en Portugal, preparándose para la Olimpiada de Ajedrez, nos envió sus declaraciones.

“Este año para mí ha sido muy bueno. Cumplir las metas que me he propuesto deja un sabor grato. El tan ansiado título de Gran Maestra es una satisfacción, pero lo más importante es ir mejorando mi ajedrez”, comienza diciendo.

Sobre el ascenso que ha tenido, asegura que “se debe a que he dedicado más tiempo al entrenamiento. Estos años de pandemia fueron favorables en ese sentido. También me enfoqué en la preparación física, algo que me venía afectando en algunas partidas”.

Considera que podría entrenar más tiempo, pero la vida y sus retos a veces lo dificultan. “Soy madre y esposa y eso trae consigo responsabilidades. Todo el tiempo que puedo dedicarle a mi familia, se lo dedico”.

Yaniela Forgas, ajedrecista. Foto: palma soriano.gob.

Respecto a la Olimpiada de Ajedrez, del 28 de julio al 10 de agosto, adelanta que “quiero pensar que le voy a entrar con todo. Sabemos que en este deporte no es así de sencillo. A veces, cuando creemos que mejor preparados estamos, las cosas no salen como esperamos, o viceversa. Voy con las ganas y el espíritu de aportar lo mejor al equipo y a mí misma”.

Yaniela empezó el ajedrez con nueve años, “solo por salir temprano de la escuela. No tenía ni idea de cómo se movían las piezas, pero en mi aula varios niños lo practicaban y me incliné por ahí”. Ahora, con 30 años, el ajedrez es su vida.

En video, declaraciones de Alain Otero