Osvaldo Abreu. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Aunque el juego se desarrollaba en terreno contrario, la algarabía del público lo hacía sentirse como en casa. Un puñado de fieles agrupados alrededor de una conga oriental dominaban en ese momento los espacios sonoros del estadio con sus gritos al compás de tambores y cencerros.

La fanaticada roja que se apostada en los graderios estaba enmudecida ante la amenaza de los Alazanes, cuando Osvaldo Abreu pegó un tubey jalando para su mano y remolcó la primera anotación de un partido que luego se llevarían los Cocodrilos para poner el playoff final a punto de mate.

Era su segundo imparable del juego en igual cantidad de veces al bate, ambos con compañeros en las almohadillas.

“La presión siempre va a estar presente porque el público le exige a uno que las cosas salgan bien. Es solo salir al terreno y dejar que el juego fluya y te vaya pidiendo poco a poco mientras te diviertes y vas soltando esa presión, pero siempre va a estar ahí, el problema es sobreponerse a eso”, le aseguró a Cubadebate después de terminado el desafío.

Es que este pelotero de 31 años parece no tener nervios para este deporte. La soltura que muestra en el rectángulo de bateo aumenta sus probabilidades de conectar con efectividad, sobre todo en momentos de alta tensión.

El natural de Yara lo ha demostrado muchas veces durante su carrera de diez series nacionales, promediando en esta última para 348 Ave con 53 impulsadas, solo superado en su equipo en este departamento por Carlos Benítez (57).

En esta campaña además, empujó para el plato al 35.13% de los corredores que encontró en posición anotadora, porciento que demuestra su nivel de concentración y su capacidad para producir en momentos claves de los partidos.

Su rendimiento tanto con el madero en ristre como defiendo el tercer cojín, lo definen ahora mismo como uno de los mejores del país en su posición, pero no pierde el sueño por no haber integrado un equipo nacional para un evento de envergadura.

“No, todo a su hora, todo llega. Ahora estoy luciendo bien y estoy aprovechando este momento. Es verdad que he tenido buenos resultados en años anteriores, pero siempre hay otros atletas que sobresalen del grupo. Este año no es que sea uno de los mejores, pero estoy entre ellos y me siento bien”, declaró.

Sus caballos han sufrido muchas bajas importantes antes y durante la contienda beisbolera, pero han demostrado su estirpe de campeones al llegar hasta aquí, en medio de tantas dificultades.

“El éxito de este equipo está en que se lo creen. Son muchachitos comunes, ordinarios, pero se lo creen. Ellos tienen en su mente disfrutar el juego de pelota. Algunos dicen por ahí que somos un equipito, pero no, son atletas igual que todos y somos un equipo de hombres, no de nombres”, aseguró.

“Las cosas están saliendo bien, estamos disfrutando el juego, y todos están haciendo su papel y aportando su granito de arena. Ahí están los resultados y estamos a dos pasos de quedar campeones”, añadió.

Ahora están obligados a vencer en los dos partidos que faltan para retener la corona ganada en la temporada pasada, pero Abreu jamás a perdido la confianza en su tropa.

“Nosotros vamos a jugar el día a día. Veremos quién tiene un poquito más de suerte en el juego y el que haga más carreras es el que va a ganar. El terreno siempre dice la última palabra, pero ten en cuenta que vamos a salir a luchar hasta el final, hasta el out 27”, dijo.

Antes de emprender viaje a Bayamo para el desenlace final de esta historia, Osvaldo Abreu quiso dejar un mensaje a los parciales granmenses, quienes con toda seguridad abarrotarán las tribunas del Mártires de Barbados a partir del próximo lunes:

“Quiero decirle al público de Granma que hasta ahora hemos cumplido, aunque no hemos llegado a la meta. Que tengan mucha fé en nosotros, en su equipo. Desde que empezó la preparación nos han estado apoyando y les pido mucha confianza que al final vamos a disfrutar todos como la gran familia que somos del béisbol, y...Granma campeón!!!”

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