Cocodrilos bailaron en casa del trompo. Foto: Calixto N. Llanes

Los Cocodrilos de Matanzas vencieron este sábado a los Alazanes de Granma con marcador de 4-1, para igualar a un triunfo por bando el playoff final de la Serie Nacional 61, y quebrarles a sus contrarios una racha de victorias en postemporada jugando como locales, que ya se extendía a 13 desafíos.

No podía la tropa del experimentado Armando Ferrer quedarse impasible ante el impacto de la llegada de Yadir Dreke, un hombre que viajó desde tierras mexicanas solo para jugar este partido, en una muestra colosal de compromiso y lealtad con su equipo.

Sacudirse el polvo de los uniformes después de recibir una paliza el día anterior y vencer a un equipo que además de ser el vigente monarca, archivaba ocho victorias seguidas en esta temporada, no pueden hacerlo todos.

Dominados por el zurdo Leandro Martínez durante siete episodios, con una carrera debajo en el marcador, y con el estigma de haber dejado a diez corredores en bases durante ese trayecto, despertaron en el octavo para llevarse el partido a casa.

Foto: Calixto N. Llanes

El mismo Dreke negoció un boleto, el emergente Yariel Duque sonó un tubey remolcador a lo profundo del jardín central, y el enmascarado Roberto Loredo, que había cometido un error una entrada antes para que sus rivales rayaran la pizarra, conectó cohete al centro que trajo a casa la segunda anotación del capítulo, todo frente a los envíos del bombero Carlos Santana.

En el noveno llegó la sentencia con un par de anotaciones más a la cuenta de Miguel Paradelo, empujadas por cañonazos consecutivos de Javier Camero y Juan Miguel Vázquez, frente a los envíos del diestro Juan Danilo Pérez.

"El Grillo" Arruebarrrena de 5-3 con par de dobletes, y Dreke con tres pasaportes gratis, dos de ellos intencionales, fueron los que más de embasaron por los ganadores.

Yamichel Pérez se mantuvo en el box durante 6.2 episodios con cuatro ponches y una limpia a sus récords pero se fue sin decisión.

La victoria fue a la cuenta de Noervys Entenza en un relevo de 2.1 innings, donde a pesar de caminar sobre las brasas al aceptar tres hits y regalar una base por bolas, supo meter el brazo para dejar cerradas las puertas del home-plate.

Foto: Calixto N. Llanes