Canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla. Foto: Cubaminrex.

El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, ofreció una entrevista especial con el Sistema Informativo de la Televisión Cubana, en la que se refirió a la recién concluida IX Cumbre de las Américas, que se realizó durante la pasada semana en la ciudad de Los Ángeles, California.

Al iniciar su intervención este lunes, Rodríguez Parrilla afirmó que la IX Cumbre de las Américas estaba condenada al fracaso, incluso antes de iniciar.

El canciller señaló que el fracaso del evento era previsible, por la opacidad con que se organizó, donde no se conocieron oficialmente las invitaciones a los países hasta 48 horas antes de inaugurarse el evento.

Manifestó que el gobierno de EE.UU. manejó algunas fórmulas para la participación de Cuba, pero nuestro país las rechazó rotundamente.

Se refirió entonces a las palabras del presidente cubano Miguel Díaz-Canel, cuando rechazó la política de exclusiones del gobierno estadounidense y dijo que en ningún caso él asistiría a la Cumbre, en una clara alusión a esas fórmulas que manejaba Washington.

.@BrunoRguezP | Con la voz de 20 países que se opusieron a las exclusiones, 11 denuncias contra el bloqueo, la arbitraria inclusión de #Cuba 🇨🇺 en la lista de estados patrocinadores del terrorismo; demuestran que EE.UU no está en capacidad de establecer imposiciones.

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— Cancillería de Cuba (@CubaMINREX) June 14, 2022

Afirmó que después de los intentos firmes, pero constructivos, de los países latinoamericanos y caribeños, por hacer rectificar a los EE.UU. de su intento de imposición, empiezan los debates públicos, inevitables, lo que acorrala al gobierno estadounidense.

Es entonces que EE.UU. inicia intentos de negociación de fórmulas discriminatorias de participación de Cuba en la Cumbre.

“En vez de rectificar el error y reconocer el clamor de todo el hemisferio, empieza negociaciones turbias, que recibieron un enérgico rechazo de la parte cubana”, afirmó.

A jucio del canciller cubano, esto confirma que EE.UU. no tiene una sola razón válida para excluir a nadie, ni tiene el menor derecho de hacerlo por ser anfitrión, y que las exclusiones llevarían al fracaso de la Cumbre.

Sobre la reacción de los gobiernos de Nuestra América ante la política de exclusiones, manifestó que EE.UU. nos subestima con arrogancia, con la visión de dominación, siempre hegemónica.

“Subestima a nuestros pueblos, a Nuestra América, en su capacidad de presentar protesta y resistencia cada vez mayor, a los intereses de dominación del imperialismo”, dijo.