Una zona de la ciudad de Recife, en el nordeste de Brasil, prácticamente bajo el agua. Foto: AFP.

Las víctimas fatales de las inundaciones en el estado de Pernambuco, al nordeste de Brasil siguen ascendiendo. Además, todavía hay varios desaparecidos y alrededor de 6 000 personas perdieron sus hogares como consecuencia de la precariedad de las infraestructuras y la planificación urbana ante las temporadas de intensas lluvias.

El número de videos que circulan por las redes sociales sigue creciendo también. En uno de ellos, una joven filma, a través de una ventana, la colina que hay detrás de su casa cuando una avalancha se traga las casas situadas a pocos metros, en la ciudad de Recife, en el nordeste de Brasil. Desesperada, grita, sin salir del lugar, mientras al menos tres casas desaparecen bajo el barro en pocos segundos.

El balance de muertos tras las lluvias torrenciales de los últimos días en esa región se elevó a 100, informaron este martes las autoridades locales, que continúan buscando a 14 desaparecidos, en medio de la desolación y desesperación de los habitantes.

“Son 100 muertos confirmados en el estado de Pernambuco debido a deslizamientos y lluvias registradas desde el pasado miércoles” y hay 14 desaparecidos “identificados”, informó en un comunicado la Secretaría de Defensa Social del gobierno pernambucano.

#ÚLTIMAHORA EMERGENCIA EN BRASIL 🚨 Al menos 106 personas han muerto y 10 siguen desaparecidas tras las fuertes lluvias que azotaron las ciudades del noreste del país por sexto día consecutivo. pic.twitter.com/aKsRrRxtQI

— 45 Segundos (@45segundosCO) June 1, 2022

Con la ayuda de “perros detectores y aeronaves”, más de 400 bomberos continuaban buscando a los desaparecidos, en su mayoría enterrados bajo el lodo que arrasó barrios enteros en la región metropolitana de Recife, capital de ese estado.

Varios vecinos, en barrios situados en zonas más llanas, inmortalizan en videos grabados desde sus balcones el momento en que sus calles se convierten en ríos que arrastran los coches y todo lo que encuentran a su paso.

En algunas imágenes se puede ver a hombres y mujeres con el agua a la altura de las rodillas o de la cintura, intentando cruzar las calles.

Los vecinos de un barrio de Recife miran la destrucción que dejaron las violentas lluvias. Foto: Reuters.

Qué dijeron las autoridades

Este lunes, el presidente Jair Bolsonaro sobrevoló las zonas afectadas y si bien reconoció que “en gran parte somos responsables nosotros, los políticos” por la situación, consideró que “la población también podría colaborar, evitando construir su residencia en lugares que se sabe probable, en caso de exceso de precipitaciones, que la tragedia se hará presente”.

Las zonas más afectadas se destacan por sus construcciones ubicadas en morros o pequeñas sierras, típico paisaje de las favelas y barrios populares brasileños que con las lluvias suelen sufrir deslizamiento de tierra y sedimentos que puede destruir viviendas en cuestión de segundos.

El mandatario también criticó al gobernador de Pernambuco, Paulo Câmara, por no haber acudido a él para discutir acciones para mitigar los efectos de las intensas lluvias en la capital y en el interior del estado. Y, en contrapartida, remarcó su política de viviendas sociales, además de anunciar una línea de crédito “sin intereses” para microempresarios afectados.

Por su parte, el alcalde de Recife, João Campos, publicó un video desde uno de los refugios de acogida para las 3500 personas afectadas en la ciudad que precisan un techo, donde se están recibiendo donaciones, afirmando que “estamos tomando medidas para reforzar las acciones de apoyo a las familias más afectadas por esta tragedia provocada por las fuertes lluvias”.

Además, anunció la suspensión de las festividades tradicionales de junio (San Juan y San Pedro) y la cancelación de las clases presenciales. También reforzó el decreto de emergencia emitido por el gobernador Câmara, quien ya había previsto una inversión de 15 millones de reales (3 millones de dólares) para acciones paliativas destinadas a las personas afectadas.

En paralelo, Câmara publicó un hilo de Twitter este lunes desde las zonas afectadas y aseguró que “nuestra fuerza se mantendrá trabajando hasta que la última persona sea rescatada de los escombros”. En esa línea, remarcó: “El apoyo a las acciones de salvación, asistencia y obras de emergencia se garantiza con la liberación de 100 millones de reales para los municipios afectados por las lluvias”.

Bolsonaro sobrevoló el lunes por la tarde la zona afectada por las lluvias torrenciales. El jefe de Estado dijo que no podía aterrizar en la región por razones de seguridad.

“Yo también intenté aterrizar, pero la recomendación de los pilotos fue que, ante la inconsistencia del terreno, podíamos tener un incidente. Así que decidimos no aterrizar”, dijo Bolsonaro en una conferencia de prensa con una delegación de ministros en Recife.

La catástrofe tiene gran repercusión en la prensa internacional, que difunde imágenes desde el aire y de los equipos de rescate buscando supervivientes.

Al menos 24 municipios del estado decretaron la situación de emergencia por los estragos, que dejaron más de 6.000 personas sin hogar o desplazadas y grandes daños en las infraestructuras.

Las lluvias empezaron a mediados de la semana pasada, pero se intensificaron el fin de semana.

La previsión es que las lluvias reducirán su intensidad, pero continuarán durante la semana, lo que dificulta las labores de rescate de cadáveres y de pertenencias que las personas quieren retirar de los escombros y del lodazal, pero que por el inminente riesgo de nuevos deslizamientos se han visto impedidas para hacerlo.

Bomberos y soldados se llevan el cuerpo de una persona muerta por las inundaciones, en Recife, Brasil, este martes. Foto: AP.

(Con información de Página 12, RFI y AFP)